jueves, 31 de marzo de 2011

144.- DURO GOLPE AL CRIMEN


Los propietarios, directivos, cuerpos editoriales y conductores de los medios de comunicación, suscribieron un acuerdo para la cobertura de la información en torno a la violencia que generan grupos criminales.

Se pretende manejar criterios comunes para no propagar el terror, impedir que los medios se conviertan en instrumentos de la propaganda del crimen organizado, combatir la impunidad, proteger la identidad de las víctimas de la violencia y de los periodistas en situación de riesgo así como promover la legalidad y la participación ciudadana.

Si consideramos que los criterios rectores de estos objetivos son: el respeto a la libertad de expresión, la independencia editorial, el profesionalismo y la  responsabilidad social,  no deja de sorprender el cambio de criterio, de bando y de comportamiento profesional que tuvieron que hacer apresuradamente algunos de los signatarios del acuerdo.

Hoy en día hay comunicadores que no presentan la realidad objetiva sino la determinan, influyendo para imponer “su visión “ de las cosas. Además no sólo ya no informan sobre los acontecimientos sino que se atreven a “crear” los acontecimientos.

Y aunque los medios tienen un enorme poder para informar las mentes y formar el pensamiento. Esa fortaleza se utiliza  más para introducir a  los hogares temas sobre violencia, asesinato, drogadicción, erotismo, libertinaje, que tienen mucho que ver con las seudo-escuelas  del relativismo, materialismo, hedonismo,  escepticismo, subjetivismo, etc., tendencias perniciosas que corroen el tejido de una sociedad civil. Mientras faltan mensajes positivos que favorezcan al desarrollo humano.

Una de las acciones a tomar para corregir las desviaciones que se están dando en los medios de comunicación social, es la del discernimiento. Este es un juicio mental por cuyo medio percibimos la diferencia entre lo bueno y lo malo.

Los receptores no deben permanecer pasivos ante los medios de comunicación sino que deben actuar críticamente, aprovechando lo mejor de ellos y rechazando lo inadecuado.




sábado, 26 de marzo de 2011

143.- QUE NO SE ENREDEN


Terminaba la década de los años cincuenta cuando los maestros, los ferrocarrileros y los electricistas, encabezaron una lucha contra el Gobierno porque consideraban que su aporte al desarrollo del país no estaba siendo bien compensado.

Muchos trabajadores se afiliaron entonces a las filas del sindicalismo, considerando que la función fundamental de los sindicatos era la de formar asociaciones o uniones para defender los intereses vitales de los empleados en diversas profesiones y luchar por la justicia social.

Pero como siempre pasa, no todos pensaban igual y algunos  dirigentes y sus allegados empezaron a abusar de los instrumentos de lucha para presionar con otros fines. A favor de partidos políticos principalmente.

Los sindicatos se dejaron convencer  por el corporativismo, permitieron que la corrupción corriera libremente por sus filas y pronto todo aquello era pura ambición, que es  la pasión dominante en estos casos y se convierte en búsqueda imparable de riquezas, poder, dignidades, fama y codicia.

Hoy en día la mayoría de los sindicatos de Morelia llevan este sello: de  corrupción e impunidad, además de franca complicidad con partidos políticos y autoridades. (Habría que investigar cuantos millones se llevaron entre ellos). Los sindicatos no pueden, -porque traicionarían la confianza y pluralidad de sus agremiados-, jugar el papel de “partidos políticos” que luchan por el poder, sin embargo, lo están. Los sindicatos no deben estar sometidos, directa o indirectamente, a las decisiones de los partidos políticos existentes y sin embargo lo hacen. A los sindicatos no corresponde tener vínculos con los partidos y no obstante los tienen.

Que no se enreden. Al sindicato, además de la función de defensa y de reivindicación, le compete la función de representación, dirigida a la recta ordenación de la vida económica y de la conciencia social.

Y punto.

miércoles, 16 de marzo de 2011

142.- BAJO EL MIEDO Y LA AMENAZA


En el exhorto final de su documento sobre la violencia y el crimen organizado en México, los obispos hacen un llamado a los tres niveles de gobierno y a las fuerzas armadas, al mismo tiempo que a otros grupos sociales:
1).-  A los hombres y mujeres, comprometidos con el bien común de la nación en el quehacer político, para que salgan al encuentro de las situaciones más difíciles, con la creatividad necesaria, para servir a la paz y la reconciliación.
2).-  A quienes dirigen y militan en los partidos políticos, de quienes los ciudadanos esperan un compromiso real con el desarrollo humano integral de México, a no defraudar  a la ciudadanía cuando ésta les confíe quehaceres de gobierno.
3).-  A los ciudadanos y ciudadanas, a constituirse en una sociedad civil responsable y respetable.  Vivimos en un país que no merece vivir bajo el miedo ni la amenaza que quieren crear una cultura de terror y de muerte.
4).-  A los padres de familia, primeros educadores, a fortalecer la vida familiar y proteger a sus hijos de la drogadicción.  Integrar una familia en donde se aprenda a vivir en paz, sin interponer barreras que impidan compartir bienes con otras personas.
5).-  A los educadores, llamados a enseñar a los niños y jóvenes los auténticos valores de la vida, los exhortan a redescubrir la vocación magisterial.
6).-  A los jóvenes, que aprendan a vivir en paz, sin interponer barreras que impidan que impidan compartir bienes con otras personas.
7).-  A los periodistas, para que sean maestros del lenguaje de la paz y tengan como objetivo la verdad y el bien de las personas.

“Vivimos tiempos difíciles, pero tenemos la certeza de que Jesús venció a la muerte y en él hemos puesto nuestra confianza. La historia de nuestro pueblo no ha sido fácil, pero siempre hemos contado con la nobleza de sus
Hombres y de sus mujeres. Hoy no puede ser distinto,” (Conferencia del Episcopado Mexicano)

jueves, 10 de marzo de 2011

141.- CADA VEZ QUE SUCEDA, CADA VEZ.


Por los actos de protesta que realizaron los maestros democráticos y estudiantes no aceptados en la Universidad Michoacana, miles de morelianos vieron entorpecidas, alteradas y dañadas sus actividades personales, pues al bloquear durante dos días, diferentes puntos del Centro Histórico y del Libramiento Sur de esta capital, los manifestantes provocaron un terrible caos vial. O sea que protestando en principio contra actos de las autoridades gubernamentales, terminaron por “agarrarla” contra la población moreliana.

Cuando esto pasa y suele pasar muy seguido, de nada sirve ser cumplido contribuyente, ciudadano ejemplar, buen padre de familia, apreciado vecino, tener un cierto nivel de estudios, practicar deporte y haber sido acólito o boy scout. Un bloqueo es la impunidad para los desordenados y los insultos, los malos tratos y la pérdida de tiempo para el que lo padece. Todo porque las autoridades han sido rebasadas y la mayoría de la población no atina hacer algo más que quejarse, lo que obviamente no resuelve el problema.

¿Qué es lo que procede en estos casos?, -se pregunta la gente.
--- Se requiere organizar una campaña masiva, permanente a favor del derecho de tercero y en contra de las marchas y los bloqueos que lesionen ese derecho.
----Lo mejor sería encomendar la planeación, organización, dirección y control de esa campaña a un grupo formado ex profeso, con representantes de todas las cámaras, asociaciones gremiales, colegio de profesionistas, clubes, uniones y etc.
---- Con el compromiso de todos los participantes en la campaña de hacerlo responsablemente y con vistas al bien común.
---- Con el compromiso de los participantes de hacerlo personalmente o por medio de un representante.
---- Con el compromiso de realizar su participación mediante una serie de actividades que contribuyan a restaurar el orden en la ciudad
---- El fin de este movimiento multitudinario es inundar con denuncias, quejas y protestas los teléfonos, los escritorios y el Internet de los funcionarios públicos y de los directores de los medios de comunicación, durante cada marcha, toma o mitin que viole los ordenamientos.
---- Paralelamente, se calificará la actuación de la policía
----Todo esto cambiará forzosa y radicalmente la equivocada respuesta que se ha dado a este problema, por las autoridades. 
--- Pero esta denuncia habrá que hacerse puntualmente cada vez que suceda, cada vez
--- ¿Y de dónde vendrá el cambio tan esperado para que se castigue el desorden y la impunidad ?
“Del mismo lugar donde salió la democracia en el 2,000: de la cabeza, del hartazgo y de la exigencia de los mexicanos.” ( Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín)

jueves, 3 de marzo de 2011

140.- VERDADERA DEMOCRACIA

El mérito del sistema democrático mexicano consiste en elegir a unos cuantos funcionarios locales, estatales y federales, a través de un ejercicio o rito democrático, que se alarga durante muchos meses y consume cuantiosas cantidades de recursos públicos, confirmando aquello de que los mexicanos vivimos en la política, de la política y por la política.


Un verdadero sistema democrático es apreciado por la sociedad en la medida que asegure la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantice a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes o bien de sustituirlos pacíficamente.

Por esto mismo no puede favorecer la formación de grupos dirigentes restringidos que por intereses particulares o por motivos ideológicos usurpen el poder del Estado, menos aún si son delincuentes.

“Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de Derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana. Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas, mediante la educación y la formación de los verdaderos ideales.


"Una democracia así no es sólo el resultado de un respeto de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación de los valores: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre y el bien común como fin y criterio regulador de la vida política” (Doctrina Social Cristiana).

Entre las deformaciones del  sistema democrático la corrupción política es una de las más graves porque traiciona al mismo tiempo los principios de la moral y las normas de la justicia social.

En la democracia los partidos políticos y los medios de comunicación social juegan un papel muy importante. Los primeros  tienen la tarea de favorecer una amplia participación ciudadana y el acceso de todos a las responsabilidades públicas. Los segundos se encargan de dar a conocer los problemas de la comunidad política y las propuestas de solución, sin olvidar que la sociedad tiene derecho a una información fundada en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad.