157.- DEBEMOS ACTUAR YA

Seguí con interés el dialogo que tuvo el Presidente Calderón con los integrantes del movimiento por la paz -que iban encabezados por Javier Sicilia- sobre la lucha contra el crimen organizado. Estas  son algunas de mis conclusiones:

1) El Presidente Felipe Calderón no es el responsable de la violencia que se está viviendo. Los responsables son los criminales que extorsionan, secuestran y asesinan. O como lo dijo Héctor Aguilar Camín, llanamente:”No nos confundamos, los hijos de la…son ellos.

2) Respecto a lo que se ha dicho, que fue irresponsable actuar persiguiendo al narco, pienso que lo verdaderamente irresponsable hubiera sido no actuar. ¿En que situación de pérdida de autonomía estaría el estado de Michoacán, por ejemplo, de no ser por la presencia del Ejercito?

3) Criticar la estrategia de la lucha contra el crimen, clamar por el regreso del Ejercito a sus cuarteles, amenazar con proclamar a Felipe Calderón el Presidente de los 40,000 muertos, más bien pueden ser tácticas para frenar el embate contra el crimen organizado, apoyadas (ingenuamente) por muchas personas.

4) Por otra parte como se comentó en los medios de comunicación, en ese encuentro vimos lo mejor de Felipe Calderón: decisión, responsabilidad, valor, espíritu de lucha, humildad, energía, honestidad, tenacidad, fortaleza, perseverancia, lealtad, respeto.

5) Felipe Calderón es uno de los contados políticos, que puede ufanarse de haber combatido en su vida a dos monstruos vastos, nefastos y complicados; el fraude electoral y el crimen organizado

6) Tras escuchar el diálogo Calderón-Sicilia y leer los comentarios que sobre el se hicieron, caemos en la cuenta que estamos ante una problemática compleja y que la responsabilidad de responder a los desafíos que representa es de todos los mexicanos.

7) Perdemos el tiempo cuando buscamos culpables o esperamos pasivamente que sea sólo el gobierno quien dé solución a problemas que son de todos. Debemos actuar ya, cada quien en su ámbito de competencia.

156.- LOS REYES DE LA CALLE

Un naturalista francés realizó un experimento con insectos llamados “orugas procesionarias".  Las llevó al borde de una maceta grande, de tal forma que la líder tenía la cabeza junto a la cola de la última oruga de la procesión.   Llevadas por su instinto, las orugas dieron vueltas al borde de la maceta durante siete días y siete noches.  Todas murieron de hambre y de cansancio, a pesar de que había abundante alimento en las cercanías y a la vista.  

De donde podemos concluir que seguir un camino trillado no siempre es prudente. De vez en cuando hay que hacer un alto para reflexionar.

Los líderes democráticos del magisterio michoacano son  “procesionarios” No piensan y continúan con las mismas táctica de lucha: marchas, mítines y paros, con lo que  finalmente lo único que han logrado es perjudicar, en forma seria e integral el sistema educativo de Michoacán, con la complacencia de las autoridades estatales.

De los 200 días de clase que deberían darse, todos somos testigos de la merma que esta cantidad sufre con las marchas y mítines de los “reyes de la calle” Lo cual se refleja en el bajísimo  nivel educativo de sus escuelas, últimas en todo… la cola de la cola.

Y es la razón de fondo por la cual, en este mundo de certificaciones y evaluaciones los “procesionarios” se oponen, bajo otros supuestos motivos, a que sean evaluados los niños, los maestros y las escuelas que ellos manejan.

¿Hasta cuando los “líderes” democráticos tomarán conciencia de que no sólo tienen que salir del mundo de las cavernas en que viven, sino además entrar al mundo de la computación.

Bien se dice que el problema en Michoacán no es la educación sino el sindicato, y si es democrático, pues peor.

Para poder salir adelante en este terreno se plantean algunas condiciones: afiliarse a la Alianza por la Calidad Educativa, aumentar las horas de clases, proporcionar una computadora a cada alumno, aceptar someterse a evaluaciones periódicas y regresar a sus límites al sindicalismo.

155.- REUNIONES ORDENADAS Y JUICIOSAS

Tengo la satisfacción de pertenecer a una familia numerosa, de esas que se dice ya no se usan. El caso es que nosotros nos queremos mucho, nos buscamos mucho y cuando estamos juntos nos divertimos mucho.

Sin embargo, el fin de semana pasado, a la sobremesa, enfrentamos un  problema  de comunicación con el tema de las candidaturas al gobierno de Michoacán. Todos queríamos decir algo sobre las elecciones, los candidatos o los partidos políticos. Pero nos arrebatábamos la palabra, no nos escuchábamos los unos a los otros, hasta que caímos en la cuenta del caos en el que estábamos metidos y decidimos corregirlo.

Esto sucede también en otras familias, donde la confusión que genera el debate hace que se calienten los ánimos y se pierda la brújula antes de llegar a conclusiones validas, o a formular una opinión personal bien fundada sobre los acontecimientos públicos. Una solución “natural” para los excesos en la discusión, es la aplicación de las Leyes Parlamentarias, que permiten tener reuniones más tranquilas y ordenadas, así como llegar a formular buenos juicios.

El propósito de los procedimientos parlamentarios es

facilitar el diálogo, mediante la escucha respetuosa del que tiene la palabra,  respetando el derecho que todos tenemos de expresar nuestro pensamiento y también de que no se abuse de la paciencia del que escucha.  Así se puede ir ejercitando la democracia en familia.

Del diálogo parlamentario hay que aprovechar algunos recursos, como son las llamadas “mociones”, que son las propuestas de los miembros de la reunión.  El que preside dicha reunión, después de conceder la palabra al que desea hacer una moción, da la palabra a quien desea secundar la moción ya sea a favor o en contra, al final, repite sumariamente la misma y la somete al consenso o  votación.

El presidente anuncia el resultado de la votación. Los asuntos importantes tramitados deben ser anotados por el secretario en la minuta y luego en el acta de la reunión.

Obviamente las leyes parlamentarias deben ser adaptadas  para que funcionen en un grupo familiar o de amigos, pero vale la pena mantener su espíritu en aras de un mejor entendimiento humano.

154.- ASESINOS DESALMADOS.

La calle está sola y el viento levanta el polvo de las aceras, la gente está en su casa temerosa, los negocios cierran y el desempleo cunde por todos lados.

En las últimas tres semanas, el crimen organizado asesinó a 86 personas en Morelia, de las cuales 23 corresponden al  miércoles 08 último día Cientos de pequeños empresarios temen ser nuevamente extorsionados ,están viviendo nuevamente el infierno de la incertidumbre del mañana.

Los merolícos de los medios de comunicación reclaman seguridad al gobierno, lo mismo la sociedad clama seguridad.  y ¿cómo dar seguridad? ¿habrá que poner un policía por  cada habitante para asegurar que nadie delinca? Y este policía será seguro o habrá que ponerle también un policía.

Vemos crímenes espectaculares, descabezados, destrozados, mutilados. Y surge la pregunta sobre estas bestias humanoides: ¿Qué debe pasar para que un hombre normal

se transforme de esta manera?

Todos nos preguntamos ¿dónde está la autoridad?  ¿por qué no hace nada el Presidente? Pero hay otras preguntas que deberíamos hacer: ¿dónde estuvieron sus padres, dónde sus maestros, dónde sus hermanos?

“NADIE SE ACUESTA SIENDO UN BUEN NIÑO Y DESPIERTA SIENDO UN ASESINO DESALMADO. LA TRANSFORMACION REQUIERE UN PROCESO PAULATINO.“

Es tiempo que dejemos de buscar culpables en otro lado y asumamos la responsabilidad de tolerar una sociedad que se fue corrompiendo y no hicimos nada por evitar.  Sacamos a Dios de nuestras escuelas, de nuestras casas, de nuestra vida; nos burlamos de la decencia y el decoro.

La única solución al grave problema que tenemos es tomar en serio a Dios y sus mandatos;  regresar a ese compendio de buenas conductas, a valores universales, a la responsabilidad, al respeto a sus semejantes, al civismo, al control de nuestros hijos a exigir a los legisladores buenas leyes y a los medios de comunicación que dejen de pasar tanta asquerosidad por televisión. Vigila a tus hijos, tanto lo que ven por la televisión como en la computadora.

Por otra parte no perdamos la esperanza, y oremos, porque Jesús dijo:” todo lo que pidan en mi nombre, el Padre Celestial se los concederá” (Jn.16)   

(Rv EXCELENTE CORREO—-fragmentos-)

153.- POCO A POQUITO

Hace tiempo escribimos aquí mismo,  que el sentido común indicaba que para frenar al crimen organizado se requería primero de una sociedad más organizada. Y que el siguiente paso, sería la planeación estratégica de un gran esfuerzo colectivo, para romper definitivamente las cadenas de la explotación que le han sido impuestas a esta sociedad o se le pretenden imponer.

Denunciamos entonces que la comunidad moreliana estaba asediada por un ejército de criminales, encuadrados en pandillas, dedicados al asesinato, el secuestro, la extorsión, el robo, etc., que tenían en constante riesgo, la vida, la libertad, la integridad, los bienes y la tranquilidad de las familias.

Recordamos entonces que una sociedad organizada se integra con grupos humanos de todas las actividades relacionadas con la familia, la educación, la economía, la política, la religión, la salud y el esparcimiento.

Y que para protegerse del asedio de los delincuentes, las personas y los grupos deben mantenerse unidos: los miembros de la misma gran familia (abuelos, padres, hijos, tíos, nietos), los vecinos de la misma calle, los padres de familia de la misma escuela, los comerciantes con comerciantes, los empleados con empleados, los profesionistas con profesionistas, los trabajadores con trabajadores, los medios de comunicación con medios de comunicación.

 Ahora bien, poco a poco se va acercando el día en el que  tendrá lugar el cambio de autoridades federales, que son las que con mayor eficacia nos protegen de los criminales ¿Qué hemos hecho para aumentar el grado de organización de nuestra sociedad? ¿Qué hemos hecho para fortalecer y multiplicar los grupos a que pertenecemos?

No olvidemos que dada la gravedad y la magnitud de los problemas por venir, se necesita la participación de todos para tener posibilidad de resolverlos con éxito, en un plazo razonable.